Publication Date: 21-06-2022
La inseguridad en México ha sido un tema muy presente en el acontecer cotidiano durante las últimas décadas. El deterioro de las condiciones de seguridad en nuestro país ha generado un ambiente de incertidumbre entre el empresariado y la ciudadanía en general. Las limitantes y poca solidez institucionales, así como la fragilidad del Estado de Derecho y la aplicación de la ley han provocado un escenario complejo y retador.
Acostumbrarse a vivir en un entorno de violencia, criminalidad e ilegalidadcomo el que actualmente enfrenta el país no es normal, por más que los mexicanos, hasta cierto punto, lo hayamos “normalizado”. Si queremos transitar a ser un país más competitivo, no podemos normalizar los altos índices de inseguridad e impunidad. Un entorno seguro, es un entorno atractivo para la inversión. En México y en el mundo, la seguridad es uno de los elementos más importantes para la competitividad de los negocios, que se traduce en empleo formal y desarrollo social; es decir, un círculo virtuoso.
La compleja situación que enfrentan las empresas, tanto para la seguridad de sus colaboradores como de su operación, amerita cada vez más una aproximación integral hacia el análisis de las variables de riesgo y las diversas amenazas. La mitigación de riesgos podrá ser eficiente si se construye un esquema robusto de prevención y toma de decisiones basadas en información e inteligencia, pero también deberá existir un respaldo institucional por parte del gobierno para atender la problemática y sus diversas representaciones desde la raíz. En este sentido, procurar una operación segurarepresenta una inversiónadicional que las empresas han asumido en su presupuesto, sin que ello garantice las condiciones óptimas para desarrollarse en un ambiente propicio.
Durante los últimos 12 años, American Chamber of Commerce México ha realizado el ejercicio de examinar, a través de la conversación con sus miembros y otras cámaras de comercio hermanas, las diversas posturas entorno al ambiente de inseguridad en el país, para generar estrategias que permitan asegurar la competitividad. En días recientes, se publicó el 9º sondeo de seguridad empresarial, en el cual se vierten las opiniones de dichos agremiados y se vislumbran los principales resultados del ejercicio.
Más allá de ello, como sociedad debemos crear la conciencia necesaria y suficiente para aceptar y asumir que estamos en una situación de inminente urgencia y deterioro. No podemos postergar más un problema que se ha tornado añejo y que, por el contrario, ha empeorado en vez de mejorar. Las estrategias gubernamentales han sido insuficientes y han fracasado; la corrupción, la inequidad, la desigualdad social, la fragmentación del crimen organizado, la informalidad, y muchas otras variables han sido la causa de que México esté hundido en un ciclo que se perpetua y que hiere, de forma brutal, a nuestra sociedad. El desgaste del tejido social nos continúa llevando a una decadencia que puede ser un camino sin regreso, dejando a las nuevas generaciones con alternativas muy limitadas.
Es por ello fundamental que nos asumamos como factores de cambio desde las distintas trincheras que ocupamos; empresarios, gobernantes y la ciudadanía participativa deben ser parte de la solución. El constante diálogo entre autoridades, iniciativa privada, academia y sociedad civil es vital para transformar la situación actual del país, y a través de éste pasar a acciones concretas en favor de México.
Principales resultados:
• Casi 40% de las empresas encuestadas consideran que la operación en sus empresas es insegura en términos de delincuencia.
• Los principales motivos de preocupación para las empresas son: (i) robo al transporte de carga, (ii) seguridad para sus empleados y familia y (iii) la seguridad física de las instalaciones.
• Los estados que muestran mayor preocupación en términos de seguridad son Estado de México, Guanajuato, CDMX, Michoacán y Jalisco.
• Las empresas asignan un presupuesto para la seguridad corporativa, que forma parte de sus costos corrientes de operación. El 57% de ellas invierte entre 2 y 7% de su presupuesto anual en temas de seguridad y 13% invierte más del 8%. Este es un “impuesto” asociado para operar en México.
• Una cuarta parte de las empresas encuestadas considera que el presupuesto que invirtió en México en seguridad es mayor que el que la empresa invierte en otros países de América Latina.
• El enfoque principal de la seguridad corporativa es la prevención, con medidas como protocolos en viajes, análisis de riesgos y capacitación.
• 57% de los respondientes indicaron que el nivel de seguridad en sus empresas se mantuvo, mientras que una cuarta parte (26%) manifestó un deterioro en las condiciones de seguridad, y el 17% una mejoría.
• Al igual que en las ediciones anteriores del Sondeo, el 86% de las empresas que percibieron una mejoría en la seguridad de su empresa, lo atribuyen a las medidas de seguridad interna.
• El uso de tecnología digital también ha traído como consecuencia el aumento en los riesgos de ciberseguridad. El 83% de los respondientes manifestaron que la ciberseguridad es de alta prioridad para la empresa.
• La mayoría de las empresas reportan una baja confianza en las autoridades; para el 83%, hay poca o nula coordinación entre entidades de gobierno.
• El 76% de las empresas afirma que la ilegalidad en México tiene un impacto en su empresa. Entre las razones más mencionadas, destacan corrupción, impunidad, desconfianza hacia las autoridades y falta de Estado de Derecho.
Sondeo completo:
https://www.amcham.org.mx/files/SondeoSeguridadAMCHAM2022.pdf
*Carlos M. López Portillo Maltos es asociado del COMEXI
Participación en El Sol de México