Fecha Publicación: 07-06-2023
El espacio de interacción entre naciones ha ido teniendo importantes modificaciones en muy poco tiempo, previo a la pandemia, las principales preocupaciones se centraban en el combate al crimen organizado transnacional, las migraciones, los movimientos sociales, abatir la pobreza, como también, la competencia tecnológica y sostener el dinamismo de la globalización. Sin embargo, en febrero del año pasado, las acciones del gobierno de Vladimir Putin de arrastrar a su nación a una guerra contra Ucrania modificaron las condiciones de la seguridad internacional de una manera drástica, gestando una Guerra Fría 2.0.
Las piezas en el tablero mundial comenzaron a moverse, de tal manera que lo que parecía tan solo un mal sueño se volvía una realidad, una guerra al este de Europa cuyas repercusiones siguen siendo delicadas para el mantenimiento de la paz a nivel global. En ese sentido, en el trascurso de la última semana del mes de mayo, se llevaron a cabo importantes movimientos estratégicos para definir cómo deben de ser las próximas etapas de la guerra, pero evitando que esta no tenga un involucramiento directo de Europa, cuyos resultados serían altamente lamentables.
En ese sentido, del 29 al 31 de mayo en Bratislavia, Eslovaquia; se llevo a cabo una importante reunión de especialistas, convocados por uno de los más importantes centros de investigación en materia de seguridad global, llamado Globsec, que fue instituido en 2005 y que a la fecha ha tenido 18 foros de análisis; siendo este último tal vez, el más importante desde su fundación, pues dentro de las propuestas presentadas se establece que el nuevo orden mundial imperante ha dividido a las naciones en dos posiciones, tal como fue en la primera Guerra Fría, pero ahora la lucha no es ideológica, es una confrontación por la definición de los liderazgos que precisen el devenir de las naciones.
Asimismo, en las deliberaciones del Foro de seguridad global, se puso de manifiesto la importancia que tiene Europa del Este para dar certidumbre a la estabilidad que requiere el mundo, pues las naciones afrontan el reto del incremento del costo de la vida, las disrupciones energéticas, así como crisis económicas y alimentarias, que hacen endeble la estructura de seguridad internacional actual.
Luego entonces, se consideró que el apoyo al gobierno de Volodimir Zelenski es fundamental para la salvaguarda de la integridad de la nación ucraniana, pero de igual manera, por la importancia que reviste el pleno respeto a su independencia y soberanía que, tras el fracaso de la Unión Soviética, tomó la decisión de alejarse de su influencia y establecer su propio proyecto de nación. Del mismo modo, ante las acciones bélicas perpetradas por Moscú, la resiliencia de Europa ante la situación que prevalece es fundamental a través de las instituciones que ha ido creando en las últimas décadas, aunada a la participación de las naciones asociadas a la OTAN.
Estos elementos analizados por el centro de investigación Globsec tuvieron resonancia, casi en los mismos días, en la Cumbre de la Comunidad Política Europea, instancia creada a iniciativa del presidente Emmanuel Macron el año pasado y que tuvo su primer encuentro en Praga, República Checa; y que en este año, ha sido sede Chisináu, capital de Moldavia, nación que ha estado viviendo el asedio ruso y que incluso en horas previas a la celebración de esta cumbre de Jefes de Estado y de gobierno, los oligarcas pro rusos, Vlad Plahotniuc y Ilan Shor, promovieron disturbios, buscando cancelar la reunión. Por tal sentido, se llevaron a cabo ejercicios militares (Bastión Aéreo 2023), con fuerzas de Moldavia, Francia, Gran Bretaña, EE. UU. y Rumania, para darle seguridad ante la factibilidad de un ataque ruso a esa nación.
En dicha reunión, una de las posturas más firmes, fue de la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, quien enfatizó la importancia de salvaguardar la soberanía de Ucrania a través de una próxima integración a la OTAN, que será tema de discusión por parte de sus socios, en Vilna, Lituania; para que el gobierno de Zelenski interactúe con la Alianza Atlántica a través de un mecanismo denominado: Consejo Ucrania-OTAN.
La guerra ha cambiado el statu quo de la seguridad internacional, priorizando la acción geopolítica en la toma de decisiones para darle certidumbre a la existencia misma de las naciones involucradas, pero también, ha abierto la competencia por el liderazgo mundial, con una guerra cuyo pronóstico es reservado de quien será el vencedor, en dónde el perdedor no se conformara tan fácilmente y la inestabilidad global puede recrudecerse aún más, sumando en ello la delicada situación que acontece en el océano Pacífico, a causa de las pretensiones hegemónicas de la República Popular China.
@arturotaipan Profesor Asignatura Definitivo UNAM. Catedrático en temas de geopolítica y talasopolítica. Integrante de la Unidad de Estudio del COMEXI sobre Rusia-Ucrania.
Participación en El Sol de México
