Fecha Publicación: 29-04-2025
Las tragedias ocurridas recientemente en Michoacán, donde minas explosivas cobraron la vida de campesinos y elementos del Ejército, revela una realidad alarmante: el crimen organizado impone su ley mientras el Estado mexicano permanece inmóvil.
La colocación de artefactos explosivos en zonas rurales desafortunadamente no es un fenómeno nuevo, es una escalada de violencia que convierte al país en un escenario de guerra no declarada, donde la población civil es la principal víctima.
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