Fecha Publicación: 05-05-2025
Esta semana la Corte Internacional de Justicia (CIJ) realiza audiencias para evaluar la responsabilidad de Israel en la crisis humanitaria que asola la Franja Gaza desde que ese país prohibió la entrada de ayuda humanitaria y bienes comerciales, generando consecuencias devastadoras en la población del enclave palestino. Las audiencias responden a una solicitud realizada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre pasado e incluyen las declaraciones de 38 países, además de la Liga de Estados Árabes, la Organización de Cooperación Islámica y la Unión Africana. Israel, que asegura cumplir con el derecho internacional y niega la escasez de ayuda, no atestiguó en persona, pero envió recomendaciones y objeciones por escrito.
Si bien no se espera una decisión inmediata, ni vinculante, la opinión consultiva del tribunal deberá dar forma a un nuevo enfoque jurídico internacional ya que es evidente que la asistencia humanitaria está siendo utilizada como una forma de castigo colectivo y como influencia política en las negociaciones de liberación de rehenes. La CIJ deberá dar respuesta a la petición de la ONU de emitir una opinión consultiva “con carácter prioritario y con la máxima urgencia”.
El contexto actual se manifiesta con la carencia de asistencia médica y alimentaria para los más de dos millones de residentes en la Franja, situación que se suma tanto a la destrucción de más de 2/3 de su infraestructura y al reinicio de los ataques de las fuerzas de defensa israelí, como a la anulación de privilegios e inmunidades al personal del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) por su aparente colusión con Hamás.
Es cierto que el diferendo Israel-Palestina trasciende esta coyuntura, cuyo génesis más próximo, más no definitivo, es el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás traspasó los linderos de Gaza y arremetió contra los asistentes a un concierto, dejando como saldo más de un millar de muertos, y la captura de más de doscientos rehenes, lo cual provocó la acometida de las fuerzas de defensa israelí en Gaza, que hasta ahora ha dejado como saldo más de 52 mil palestinos muertos.
Su verdadero origen se remonta a 1948 e involucra derechos soberanos, además de territorio. Desde entonces se ha buscado una solución definitiva y para ello se han planteado opciones geopolíticas, tanto por los 2 Estados involucrados como por actores extrarregionales con influencia en la zona y organismos internacionales. Después de casi 8 décadas de conflicto, la situación de Gaza confirma como denominador común el desbalance entre los territorios palestinos ocupados y el espacio soberano de Israel; la expansión a través de nuevos asentamientos es persistente, igual que los desplazamientos y agravios contra la población palestina.
La respuesta de Israel contra Hamás en Gaza por los ataques del 7 de octubre representa un hito en la historia de ambos Estados. Es evidente que el conflicto se ha caracterizado por graves violaciones al derecho internacional humanitario por las fuerzas de ambas entidades, sin embargo, las capacidades defensivas de Israel hacen evidente una desproporción que derivó en una crisis humanitaria sin precedente. Por ello, las audiencias ante la CIJ son la mayor prueba del cumplimiento de Israel a lo que establecen los Convenios de Ginebra (1949), específicamente a 3 aspectos fundamentales: aceptar y facilitar la implementación de planes de socorro; administrar un territorio ocupado de manera compatible con el derecho internacional humanitario, y respetar y proteger al personal de socorro humanitario y médico de las Naciones Unidas.
Guillermo Gutiérrez Nieto*
Jefe de Cancillería, Embajada de México en Arabia Saudita. Consejero del Servicio Exterior Mexicano desde 1992. Es Licenciado en Relaciones Internacionales (UNAM), Maestro en Administración (ITESM) y Doctor en Administración Pública (INAP). Ha desempeñado diversos cargos en la Secretaría de Relaciones Exteriores y en representaciones diplomáticas en Belice, Bolivia, Estados Unidos y ante la OCDE. Desde 2022 es jefe de Cancillería en Riad. También ha sido editor y colaborador en revistas culturales y diplomáticas, y es miembro del Consejo Editorial de la Asociación de Diplomáticos Escritores.
*Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor
Participación en La Silla Rota