Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

Última actualización:
2025-05-09 10:22

SIN TRANSMISIÓN, NO HAY TRANSICIÓN

Fecha Publicación: 08-05-2025

“Sin transmisión eléctrica, no hay transición energética” es una frase algo trillada, pero pareciera ser más vigente que nunca. México enfrenta severos cuellos de botella en la infraestructura de transmisión.

Esto implica desafíos específicos para México que, de no atenderse, ponen en riesgo el suministro de electricidad de manera confiable, segura y de bajo costo, así como el principal instrumento para reducir las emisiones contaminantes y alcanzar las metas climáticas de nuestro país.

Pareciera que solamente episodios drásticos, como el reciente apagón en España y Portugal, son necesarios para recordar la importancia y complejidad de los sistemas eléctricos y que, en ocasiones, damos por sentado. Las redes de transmisión eléctrica son la columna vertebral de nuestro sistema eléctrico, que por torres de acero y cables de cobre transportan la electricidad desde su origen hacia su destino. A pesar de ello, estos componentes menos vistosos y aparentemente aburridos, como las subestaciones, transformadores y bancos de potencia, han recibido poca atención e insuficientes recursos para crecer al ritmo de la demanda eléctrica.

De acuerdo con el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), la demanda eléctrica en México ha aumentado pronunciadamente en los últimos años, creciendo un 1.7% durante 2024. Esto representa un desafío mayor para el transporte de electricidad, ya que ciertas regiones llevan registrando notables niveles de congestión desde hace tiempo, como el noreste y la península de Yucatán. La Secretaría de Energía (SENER) espera que la demanda eléctrica crezca en 16% entre 2024 y 2030, impulsada principalmente por el sector industrial, sectores de rápido crecimiento como centros de datos y aires acondicionados y la electrificación del transporte.

En respuesta a esto, resulta bienvenido el anuncio de la Presidenta Claudia Sheinbaum de incrementar la capacidad de generación eléctrica del país en 29 Gigawatts (GW) hacia 2030, como parte del Plan México. El anuncio plantea que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa estatal eléctrica, estará a cargo de la construcción del 78% de esa infraestructura. El restante estará a cargo del sector privado y de mecanismos de inversión mixta planteados en las leyes secundarias publicadas el 18 de marzo. Sin embargo, esto estará sujeto al marco regulatorio y disposiciones reglamentarias y administrativas de la reciente reforma energética, los cuales se encuentran bajo proceso de elaboración. Los detalles de este marco regulatorio definirán en buena medida el interés de los desarrolladores en invertir en las centrales de generación.

En todo caso, mayor demanda de electricidad y mayor generación eléctrica implican un desafío mayor para la ya congestionada Red Nacional de Transmisión (RNT). A diferencia de lo que sucede en Chile o Brasil, en México, la transmisión de electricidad es una actividad reservada al Estado a través de la CFE. Esto representa, al menos en teoría, una oportunidad para que la CFE solvente cuellos de botella y robustezca las redes eléctricas del país.

Históricamente, la actuación de la CFE ha sido bastante pobre en comparación con las necesidades en los últimos años. Entre 2014 y 2024, la longitud de líneas de transmisión tuvo un crecimiento promedio anual de 0.8%. De seguir esta tendencia, las condiciones críticas de operación y los apagones que sufrimos los usuarios en mayo de 2024, podrían ser más frecuentes, con enormes pérdidas para la economía y el bienestar del país.

La buena noticia es que, dentro del mencionado Plan México, se anunció una inversión de 6.5 millones de dólares en infraestructura de transmisión eléctrica para los próximos cinco años. Un enorme desafío será la disponibilidad de esos recursos públicos, dado el complicado escenario fiscal para México y los resultados negativos del primer trimestre de 2025 de la CFE. ¿Cómo hacer para destinar suficientes recursos a la CFE para que pueda en efecto materializar la expansión de la red de transmisión en la magnitud y tiempo necesarios? En el pasado, la CFE se ha asociado con empresas lideres a nivel global para construir complejos proyectos de transmisión, pero el reto en cuanto a escala y velocidad es ahora mayor. De ello dependerá, no solamente la operación confiable y segura del sector eléctrico mexicano, sino también el que contemos con acceso a energía limpia y de bajo costo. Sin la construcción cientos de torres de acero y miles de kilómetros de cables de alta tensión, la transición energética en México está destinada al fracaso. El anuncio y priorización de la Presidenta Sheinbaum en transmisión es un paso firme en la dirección correcta, pero más importantes serán los pasos que sigan en lo que es un camino largo y complicado.

Investigador y analista en temas de energía en el Center on Global Energy Policy (CGEP) de la Universidad de Columbia en Nueva York. Asociado del Programa de Jóvenes COMEXI. @diegorivota

Participación en El Sol de México